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viernes, 24 de agosto de 2012

Capítulo 14º El cine

Me costó mucho dormir esa noche, tenía miedo, mucho miedo, y no sabía como podía librarme de ellas.
¿Qué tengo que hacer, cambiarme de país?.
¿Por qué la tomaron conmigo?, yo no hice nada para que me hicieran todo esto, y por lo que parece me querían hacer algo grave, muy grave.
Pero tenía que ser fuerte, ¡para que ellas vieran que no tenía miedo!, además, tenía algo más importante en que pensar, Nico.
Eran las tres y media de la tarde y quería empezarme a arreglar pronto, son unos de esos días que una adolescente se lanza demasiado y quiere ir estupenda.
No digo que de habitual no me arregle, no penséis mal, pero hoy quería maquillarme un poco más e ir con tacones, etc. Vamos lo que es ir perfecta.
Comencé, con darme una ducha rápida, me sequé rápidamente el pelo, y pasé directamente a la ropa, que es en lo que mas suelo tardar, en elegir lo que ponerme.
Como ese día sería una tarde típica de primavera opté por unos vaqueros piratas, una camiseta lisa de color chocolate y unos tacones naranja pastel con flores pequeñitas. (No quería ir tampoco como una princesa, vamos al cine)
Y a la hora de maquillarme pues lo típico: Corrector de ojeras, base de maquillaje, colorete, sombra de ojos marrón, raya y rimmel. Quería ir lo mas natural posible.
Y para finalizar una trenza en un lado.
Las cinco. Y las chicas me llamaron, Laura estaba con ellas, aunque no se conocían, supongo que intuyeron que era mi amiga.
-¡¡Woow, bombón!! -silbaba Ángela cuando salía del ascensor-
-¡Dios que pava! -se llevaba las manos a la cara Lucía-
Laura no decía nada se sentía un poco incómoda al no conocerlas, y no saber como se llaman.
-Hola chicas -las saludé con una sonrisa amable-
-Hola! -dijeron todas a unisono-
-¡Qué guapa te pusiste hoy! ¿no? -sonrió pícara Ángela- ¿Para Nico quizás?
-N...No, no -tartamudeé y me ruboricé, giré la cara hacia un lado para intentar que no me lo notara-
-¡JA! Para Nico, lo sabía, es que soy un hacha -frotó los nudillos en su camisa para hacerse la chula-
-Pues no! -la miré fijamente- Solo que hoy me apetecía arreglarme un poco más, como cualquier adolescente.
-¿Nos presentas? -añadió Laura para cambiar de tema-
-¡Claro, se me olvidaba! Es que con esta pesada al lado...
-¡¡Eh!! -refunfuñó Ángela-
-Ángela, Lucía, ella es Laura mi amiga de mi antiguo instituto-
-¡Encantada! -dijeron a la vez y le dieron dos besos-
-¡Ya verás los bombones que vienen! -cogió Ángela de la mano a Laura y la arrastró hacia delante para darle tema de conversación-
-¿Bueno Lucía y a ti no te gusta Alberto?
-¡Qué va!, pero ¿tu vistes como nos hablábamos ayer?, ¡si nos estábamos picando todo el rato!, chocamos mucho.
-Eso no tiene nada que ver, igual lo hacéis para llamaros mutuamente la atención, además los polos opuestos se atraen.
-Sabes como soy yo, y lo que menos quiero hacer es llamar la atención de ese celoso. Es demasiado celoso y eso no me gusta nada.
-Ya, pero yo creo que hacéis una pareja muy bonita.
-Pues yo creo que no la hacemos, si saliera con un chico así, no duraríamos nada, chocamos mucho.
-Bueno, bueno.
-Los que yo creo que acabarán saliendo juntos son Mario y Ángela, son idénticos de carácter, igual de pavos los dos.
-Jaja, en eso te doy la razón.
Laura y Ángela habían hecho muy buenas migas, en ese largo paseo conectaron mucho.
-Hola chicas! -dijeron los cuatro chicos mientras se dirigían a nosotras-
-Juraría que había más chicos en tu grupo -sonreí-
-Si, pero los que son mis mejores amigos son Mario, Alex y bueno Alberto que habéis invitado -puso la mano como contándome un secreto- Que no parece tan mal tipo como pensaba -sonrió-
-Jaja, si ya te lo dije yo -le miré fijamente-
¡Pufff! su sonrisa era perfecta, cada vez que el sonreía a mi me temblaban las piernas y mi corazón se aceleraba.
-Por cierto sacamos ya las entradas para ver "Batman, el caballero oscuro". Nos debéis 7 euros a cada uno, ya luego nosotros nos repartiremos.
-Yo me pido en el centro -añadió Lucía mientras le daba el dinero a Nico-
-Perdona el centro para mí que me lo pedí antes y me tragué toda la cola -se quejaba Alberto-.
-Pero yo soy una chica, ¡sé educado!.
-Para ninguno de los dos, para mí -añadió Laura-
-¡Y un comino! -dijeron al unísono y se acercaron a ella para quejarse-
Ángela y Mario estaban diciendo sucesos graciosos y se les notaba en los ojos que había una química tremenda, y Alex defendía a Laura mientras Alberto y Lucía se quejaban de ella, de quien se merecía el asiento del medio.
-Por cierto, María, te has puesto muy guapa hoy -me dio la mano y me dio una vuelta-
-Me sonrojé- Gracias, tu también estás guapo.
-Bueno chicos que empieza ya -levantó la mano Mario indicando que entráramos-
En el cine cruzábamos de vez en cuando miradas y yo sonreía tímidamente. Parecía una idiota mirándole de ese modo, ¡a saber que piensa de mi!.
Ah!, por cierto, Laura y Alex como subieron los primeros se pusieron en el centro y Alberto y Lucía no pararon de quejarse hasta que empezó la película, parecían niños, pero eran muy graciosos cuando estaban juntos. Y a mitad película Mario pasó los brazos por la nuca de Ángela y la pego contra él, eso si, no la besó, quizás le parecía aun demasiado pronto.
-¡Bueno chicas hasta mañana! -me despedí con la mano y me bajé del autobús-
Eran las nueve, y como es de suponer, era de noche, de repente, oigo unos pasos cerca, muy cerca, entonces comencé a andar mas, y mas rápido, y esos pasos eran aun mas ligeros. Me giré y las ví a unos seis pasos de mí, comienzo a correr asustada, se les veía en los ojos un gran odio hacia mi.
¿Como supieron que me bajaba de la parada?, ¿acaso me estuvieron siguiendo?
Al doblar la esquina de mi calle me consiguieron atrapar agarrándome los brazos con mucha fuerza.


domingo, 5 de agosto de 2012

Capítulo 13º Reencuentro

El corazón se me paralizó y me entró de repente un sudor frío que dejó petrificado todo mi cuerpo.
¿Cuando me dejarían en paz?, ¿que querían de mí?, ¿Cómo podía hacer para vivir tranquila y feliz?... Eran algunas de las preguntas que se me pasaban por la cabeza al mirar el mensaje ``anónimo´´ (puesto sabía de quien pertenecía).
En ese instante una lágrima recorrió mi cara y me senté en un rincón del pasillo al cual se accedía a las puertas de mi casa y de los vecinos.
Estuve varios minutos ahí sentada, hasta que se pasara por completo, puesto que si entraba así en casa no pararían de interrogarme y no se me da bien mentir.
-Hola cariño! -venía mi padre a darme un beso al recibidor-
-Hola papá -sonreí-
-¿Qué tal te lo pasaste hoy?, ¿hiciste muchas cosas de jóvenes?
-Haha, papá, no digas eso que cualquiera que te oiga dirá que eres un abuelo y te pondrán más años de los que tienes
-Pero si yo soy como Peter Pan, ¡yo nunca me hago mayor!, mira- cogió una gorra de mi hermano y se la puso la visera en la nuca- ¡Que pasa tía! -me dio un pequeño empujón e hizo como si mascara un chicle con la boca abierta.
-Haha papa yo a veces alucino contigo enserio -reí y me dirigí a mi cuarto-
Y en ese instante que me puse en el ordenador me vino otra pregunta:
Pufff...¿Hace cuánto no veía a Laura?. Ella me apoyó mucho cuando estaba ingresada a pesar de lo que le hice. Pero entre el cambio de instituto y mis nuevas amigas, me olvide de ella...Y no se merecía eso, ella también es amiga mía.
Entonces no lo pensé dos veces y le llamé al móvil, aun es pronto y ojalá no se haya cambiado el número.
Al segundo bip, una voz tenue lo contesta.
-Si, ¿Diga?
-¡Laura!, soy yo, María -dije emocionada-
-Hola María!, pensé que te habías olvidado de mí. ¿Qué tal estas?, ¿qué tal tu nuevo instituto?
-Genial. Pues bien, las notas me van bien y ya no tengo compañeros como Leticia y Raquel.
-Me alegro
Unos largos segundos de silencio, hasta que por fin conseguí romper el hielo.
-Y tú, ¿qué tal?.
-Pues bueno, bien, como siempre.
-Oye Laura, ¿te puedo hacer una pregunta?
-Si, dime
-Lo siento por no llamarte estos días, pero entre el cambio de instituto y lo del centro de rehabilitación, se me fue el santo al cielo.
-Jajaja, ¡no pasa nada mujer!
-Si quieres puedes venirte con mi grupo y conmigo. Mañana vamos a quedar para ir al cine a ver Ice Age 4 .
-Vale!, ¿pero donde habéis quedado?
-En mi casa a las 17:00, porque hemos quedado ahí con unos chicos, pero tranquila son muy majos todos
-Puff, es que con chicos me pongo nerviosa... ¿Seguro que les caeré bien?
-Tú sé tu misma, ¡que seguro que les caerás genial! -sonreí, (aunque ella no pudiera verlo)-
-Bueno, vale, aunque fijo que estaré nerviosa. ¿Sigues viviendo donde siempre no?
-¡Si!. 5º Derecha. Y no te preocupes, ¡ya verás como lo pasarás genial!
-Ok, pues...¡Hasta mañana!
-¡Lo mismo digo!
Llevaba todo el día sin conectarme al tuenti, y, aunque solo hubieran pasado mas que un par de horas, echaba de menos mis largas conversaciones con Nico. Además tenía que aprovechar que era domingo y que tenía todos los deberes terminados.
Y si, estaba conectado.
-¡Hola pequeña! :D
-¡Hola rubiales!
-¿Que tal está la niña mas bonita del mundo?
En ese instante un escalofrío recorrió mi cuerpo de abajo arriba y mi corazón empezó a latir muy fuerte.
-Pues bien supongo :)
¿Y tu?
-Pues muy bien.
Hoy me lo pase genial, contigo y tus amigas! Jaja.
Tu novio es muy celoso. Pensaba que cuando te dí el abrazo se me iba a comer jaja
-Pues ya no es mi novio :S
-¿Y eso porque?, ¿cuando le has dejado? O.o
¿Que le respondo, que deje a Albaro porque me dí cuenta que le estaba engañando gustándome Nico?, puff que complicado es todo...
-Pues...Me di cuenta que lo veía como un amigo, nada mas :D
-Si ya claro, eso es que te fijaste en algún chico y te diste cuenta que no sentías tanto por él.
Pero como puede ser tan cabrón!?, acertó de lleno y mira que podía ser otra cosa
-Puff, que va, ahora mismo paso de esas historias, estoy mejor sola :)
Si, se lo que pensáis. Soy idiota, ahora no se como podría estar con él. Porque el ahora da a entender que no quiero nada con nadie, ni con el. Pero ahora es lo mejor, quiero estar un tiempo sola, despejar la mente. Ya habrá tiempo para novios!. Además, ¡solo lo conozco de unos días!.
-¡Bueno enana me voy ya!, ¡mañana nos vemos!, ¡ten dulces sueños!.
Muaaak :)
[Nico Ortega se ha desconectado]
¡¡¡Pufff!!!, ¡no sé que tiene este chico que me hace sentir así de especial!, tengo unas ganas de volverle a ver. ¡Mañana, si mañana lo veré!
[5:30 Am]
Suena la canción de ayer la vi desde mi móvil.
Miré el despertador y solté un leve gemido, seguidamente a ciegas cojí el móvil que se ubicaba detrás de mi mesilla de noche y lo descuelgo.
-Si, ¿diga? -contesté con la voz un tanto ronca-
-Ya queda menos para vernos las caras -respondió una voz siniestra- Y sin darme tiempo a reaccionar colgaron.
Yo sabía perfectamente de quien, o mejor dicho quienes procedía aquella voz. Y eso me aterraba.




jueves, 21 de junio de 2012

Capítulo 12º La Quedada

Me daba miedo decirle a Alberto mis verdaderos sentimientos hacia él, me venían muchas preguntas a lo que sería su reacción: Igual no me quiere ver nunca más, ¿ y si se suicida porque esta enamoradísimo de mí?.
Conforme iba añadiendo más preguntas una era mas horripilante que la anterior.
Pero en ese momento me vino un gran plan a la cabeza. No se lo tomará tan mal si quedamos los 9 en el parque grande y cuando vea que surja el momento me lo llevaré y se lo diré con sutileza, para que no esté tan afectado.
Llamé a las chicas y estas cedieron, además que Ángela estaba ansiosa por conocer a Alberto y añoraba al chico con el que se montó en el parque de atracciones (se llamaba Mario).
Con quien me costó más fueron con los chicos del parque de atracciones, porque no estaban conectados y tuve que esperar un par de horas a que por lo menos uno lo hiciera para avisar a los demás, pero finalmente lo conseguí, además Alberto no tenía ningún plan el sábado y quería conocer a mis amigas.
Por la noche no pare de pensar en Nico, me resultaba muy extraño que en apenas 10 minutos haya sentido eso por un chico, además yo creo que me he enamorado por primera vez, y esta vez de verdad.
Por fin era sábado estaba ansiosa por ver a las chicas y a Nico, y como no solucionar esto con Alberto. Es cierto que por un lado me da miedo, porque igual luego me arrepiento pero tengo que ser sincera con el.
Las chicas me vinieron a buscar a las cinco ya que a las seis quedamos con todos en el Parque Grande y tardamos mucho en llegar.
-¡¡¡Buaaah!!!, ¡¡hoy estaremos con seis tíos para nosotras solas!! mi sueño hecho realidad -sonrió Ángela mientras daba saltos por la calle-
-Por favor pavita mía, ¿quieres parar? la gente nos observa -Lucía se llevaba las manos a la cara de lo avergonzada que estaba-
Yo simplemente reía pero de repente me puse a hacer lo mismo que Ángela para avergonzar a Lucía.
-It´s it´s raining men, ¡ALELUYA! -nos pusimos a cantar Ángela y yo por toda la calle con gallos incluidos para llamar mas la atención-
Lucía no sabía ni por donde meterse.
Por fin llegamos al Parque Grande y todos los chicos ya habían llegado y se habían presentado.
-¿Siempre sois tan lentas las mujeres?- decía Nico mientras me abrazaba-
-Chs Chss, que es mía- nos separó un poco Alberto-
-Hala hijo que no pasa nada que María y Nico solo son amigos- defendió Lucía-
Pensamiento de Lucía: La verdad que Alberto no es nada feo como me imaginaba, no se, pero esa chulería me hizo sentir algo extraño que no sentí nunca por ningún chico. ¡Pero no, paso de novios y enamorarme! Todos sabemos que se acaba sufriendo de una manera u otra.
-¿Y tú como te llamas?
Pensamiento de Alberto: Esta chica tiene mucho más carácter que María, la verdad que no se que siento hacia María pero ella me ignora completamente, y se que esto no acabará saliendo bien.
-Se llama Lucía -añadí-
-Encantada, supongo-Lucia le dio dos besos-
-Lo mismo digo
-Bueno haya paz-sonreía Ángela-
La tarde surgió de lo mas normal Ángela y Mario no pararon de tontear, yo se que acabaran juntos porque se nota muchísimo lo que siente el uno por el otro. Y Lucía y Alberto no paraban de picarse eran como el perro y el gato.
Alberto me quería acompañar a casa así que aproveche cuando me dejó en el portal para confesarle todo.
-Alberto, tenemos que hablar...-agaché la cabeza-
Me sentía tan mal de decirle esto, nunca he salido con un chico, y el se preocupó mucho por mí cuando estuve internada por lo de la anorexia y bulimia, y se que hablamos poco por mi culpa, porque no paro de ponerle escusas. Me siento muy mal, muy mal.
-Dime -una sonrisa se dibujó en su cara-
-Mira, yo... -le miré tímidamente-
-Quieres dejar lo nuestro, es eso? -me miro-
-Si, es eso. ¿Como lo sabías?
-María llevas toda la tarde mirando a Nico, cada movimiento que da, cada vez que el respira, es como si te diera vida a ti. Se nota muchísimo que te gusta. Y cuando te abrazó te ruborizaste. No soy tonto María, pero podemos seguir siendo amigos, no le diré nada a Nico, tranquila-
-¿No estás enfadado?
-Jajaja, ¡que va!, si yo sabía que con lo poco que hablábamos no llegaríamos muy lejos, pero no tenemos porque dejar de ser amigos -sonrió- Bueno brujita, me voy ya-me dio un abrazo muy fuerte-
-Hasta otra -sonreí- ¡Y gracias!
Cuando subía en el ascensor me llego un mensaje al móvil, un mensaje anónimo
Anónimo dice a las 20:30 del 5-5-12: María, no te vas a librar de nosotras, cuando menos te lo esperes estarás muerta.



domingo, 13 de mayo de 2012

Capítulo 11º El parque de atracciones

Después de varias horas arreglándome llamaron al teléfono automático.
-¡¡¡¡María!!!! ¿Estas arreglada ya?-decía Lucia desde la calle-
-Si ya estoy, bajo enseguida
-¡Vamos los chicos nos esperan!-añadió Ángela antes de que colgara-
Durante el trayecto Ángela me presento a sus padres (Roberto y Paloma), eran bastante simpáticos y divertidos (ya sé de dónde sacó Ángela esa alegría)
Cuando bajamos del coche nos adelantamos un poco para que no oyeran la típica conversación de chicas de nuestra edad.
-Bueno María, ya paso una semana, ¿ya tienes claro que vas a hacer con Alberto?-pregunto Lucía-.
-Si la verdad que más o menos lo tengo claro... -agache la cabeza-.
-¿Y...?
-Le voy a dejar...No creo que lo nuestro funcione, apenas hablamos, y no sé, no tengo esa ``chispita´´ que debería tener.
-Muy bien hecho -me dio unas palmaditas en el hombro- no le debes mentir.
-Aquí encontraras lo que quieres, seguro, hay chicos guapos a ``putufren´´ (palabra que usa Ángela cuando quiere decir bastantes.)
-Lucía y yo nos reíamos-.
Sinceramente, yo pensaba que aquí era imposible encontrar a un chico y que te fijaras de buenas a primeras en él, era imposible que, aquí en una atracción que no da tiempo ni a decirse “hola”, encontraras a la persona idónea, la que te haga sentir eso llamado amor.
-¡¡¡Hala, que cacho cola!!! -Grito Ángela con la boca abierta-Papá, ¿podemos irnos a montar mientras esperáis?
La verdad que la cola era exagerada, nadie lo esperábamos pero se salía de lo que limitaba el restaurante al aire libre (por cierto la comida era incluida.)
-Sí, pero estate atenta al móvil que te haré una perdida cuando nos vaya a tocar.
-¡Ok!  -sonrió Ángela-.
(Cuando estábamos por el caminito hacia las atracciones)
-¿Dónde montamos chicas? -añadió Lucía-.
-En la montaña rusa, que si no después de comer mal -reí-
Nos dio tiempo a montarnos a varias atracciones hasta que nos hicieron la perdida para ir a comer.
Yo me pedí una paella (te daban a elegir entre paella y estofado) y después de eso nos montamos a unas cuantas atracciones más, no parábamos de reírnos y no nos dimos cuenta que ya quedaba poco tiempo para irnos.
-Chicas en dos horas (eran las 20:00) nos vamos, así que aprovechar, que mañana tenéis instituto -añadió Roberto-.
-Vale, aguafiestas -reía Ángela-.
-Solo nos queda por montar en los autos de choque.
-Pues vamos, sosi -añadí-.
-Para sosi tu cara puerro -Añadió Lucia bromeando-.
Nos colocamos en la fila y nada más montarnos cada una en un coche diferente un grupo de chicos no paraba de chocarnos, sobre todo a mí, hasta el punto que me quedé en una esquina y los cinco chicos que había en ese grupo estaban rodeándome y golpeándome. Entre choque y choque me fije en uno que no paraba de reírse, tenía la sonrisa preciosa, y tuve una sensación muy rara.
Él era rubio con ojos azules, tenía una cara aniñada y me parecía incluso más perfecto que Alberto. Él también tenía el pelo pijo y se le veía bastante simpático.
Al sonar el timbre de fin de turno, nos colocamos corriendo todos en la cola, pero, al siguiente turno, se cerró la valla en nuestras narices.
-¡Jo!, ¿no nos puede dejar pasar? - le pregunto Ángela al hombre de la atracción-.
-No, lo siento, los únicos coches que quedan libres están rotos, pueden montar si acaso con alguien que vaya solo o sola en el coche.
-¡Nosotros! -dijeron al unísono, el grupo que nos estaba golpeando antes-
-Le miramos al hombre y este nos abrió la valla-.
-¿Con quién nos montamos?, chicos, os dejamos elegir -dijo Ángela-.
El chico que me hizo sentir esa sensación rara enseguida me eligió, es más fue el primero. Ángela se montó con el supuesto mejor amigo de este, y, tampoco estaba nada mal, y Lucia con otro, muy guapo también.
-Aviso que yo si no conduzco tengo bastante miedo, ¿dónde me agarro? –Mire por todos los lados, sin encontrar nada-.
-Haha, delante tienes una anilla, agárrate ahí.
Intente hacerlo, pero, estaba muy lejos para una chica de mi estatura (no quiero decir que sea baja).
-Le mire-.
-Te agarro yo anda –sonrió seguidamente-.
-Me ruboricé, no, si no hace falta ya me agarro como pueda.
-¡Hala, mujer!, que vas a salir por los aires, además no es molestia, déjame ser caballeroso.
-Como quieras -junte mis manos, y el paso su brazo por mi cintura y me pego a él, mientras que con la otra mano, sujetaba el volante.
Ángela a lo lejos no paraba de mirarme y sonreír, me ponía nerviosa.
De repente sonó el timbre de inicio y todos nos chocábamos contra todos mientras sonaba música bastante animada de hoy en día (en concreto “Up all night” de One Direction.)
Nicolás, que así se llamaba, (aunque le gustaba que le llamaran Nico), y yo, no nos parábamos de reírnos y decir tonterías sin sentido.
Al acabar la atracción nos dimos todos el “Tuenti” (red social similar a Facebook), y nos dirigimos, las chicas y yo, a la “Noria” para finalizar el día y relajarnos un poco.
Mientras estábamos montadas ahí:
-Uis, María, parece que Nico y tu habéis hecho muy buenas migas -me miro Ángela a unos poco centímetros de mi cara -
-Agache la cabeza avergonzada- Bueno, se puede decir que si...
-Jaja, yo creo que le gustas bastante, te lo digo por experiencia, deberíamos quedar algún día todos, quizás sea un buen sustituto de Alberto.
-No digas chorradas, Ángela -añadí- él, no puede haber sentido nada en este poco rato, y si quedamos todos, ¿de qué hablaremos?
-Yo te digo que sí, y lo de quedar pues, hablaremos de lo que surja, se llama conocer gente y hacer amigos –me guiña el ojo juguetona-
-Bueno ya veremos...-agache la cabeza-
-María -añadió Lucía-
-Dime
-¿Tu sentiste algo por Nico?
-Hahaha, no, claro que no.
Mentí, claro que sentí algo por el pero no quería confirmarlo aún, y que me miraran raro
- De momento quiero dejar a Alberto y no hacerle más daño
-¿Y cómo lo piensas hacer?
-Cuando llegue a casa le enviare un mensaje diciéndole de quedar este sábado y me sincerare ese mismo día.
Nada más llegar a casa, me conecte a "Tuenti", y tenía cinco peticiones de amistad entre ellas la de Nico que ponía: “¡Peque! ¿¡A ver cuando quedamos todos eh!? Estoy desando verte a ti y a tus amigas ;)”
En ese momento sentí algo en el estómago, lo que la gente llama mariposas, y que nunca sentí con Alberto.



domingo, 22 de abril de 2012

Capítulo 10º ¿Hasta cuando?

Volvían otra vez, en busca de su presa y a seguir con su ritual: Insultos, tirones de pelo, empujones, patadas por todo el cuerpo (cabeza, espalda, piernas), cuando creí que terminaban conmigo, oímos los ladridos de un perro y ellas echaron a correr, logré entrar dentro, en el espejo del ascensor, me coloqué bien el pelo, entre en casa y mi madre me dijo:
-¿María cómo has tardado tanto?, ¿y porque estas tan agitada?
-El ascensor estaba ocupado y he tenido que subir andando.
-Lávate las manos María que vamos a cenar.
-No tengo hambre mama, estoy muy cansada, me voy a dar una ducha y me voy a dormir. ¿No te importa verdad mama?
-No María, está bien, creo que hoy has tenido muchas emociones. Un beso María, buenas noches.
-Buenas noches mamá.
Me metí en el cuarto de baño y estuve debajo de la ducha un buen rato, me dolía todo el cuerpo, tenía las piernas y el costado lleno de moratones, no sé cuánto tiempo voy a poder aguantar todo esto. ¿Cuándo iban a desaparecer de mi vida, y se iban a olvidar de mí?
Al salir del cuarto de baño me encontré a mi hermano sentado en el suelo enfrente de la puerta.
-Qué haces Rodri? -le miré extrañada-.
-No me creo lo que le contaste a mamá.
-Es la verdad Rodri -mire hacia un lado-.
-Vamos María ya no soy un bebé desde mi cuarto se oye todo, ¿No ves que da hacia la calle?, que suerte tienes de que mamá estaba en la cocina y esta de al patio, si no ya te hubiera pillado mintiéndole otra vez.
-Por favor, no se lo digas a mamá, lo tengo controlado, si no me volverán a ingresar o a saber que hacen, y ahora que tengo amigas... Por favor Rodri, no lo empeores.
-Está bien...Pero como se vuelvan a meter, se lo diré a mamá, o daré la cara yo, que aquí el único que tiene derecho a molestarte soy yo -se señaló con el dedo índice-.
-¡Oís!, lo más bonito que me has dicho durante estos doce años, veo que estas madurando, ¿eh? -le revolví el pelo-.
-No te pases, esto no impide que deje de ser un hermano cabrón -sonrió maliciosamente-.
-Que sí, que si señor buenazo -dije mientras me dirigía a mi cuarto, antes de que el dijera alguna contestación ofensiva, cerré la puerta-.
Ese día dormí tranquila, sé que la paliza que me metieron era para preocuparme, pero mi subconsciente decía, que detrás de esas nubes negras siempre se encontraba el Sol.
-María, mi padre tiene las entradas del parque de atracciones que le dieron los de CC.OO, ¿te vendrás la semana que viene con Lucía y conmigo verdad?
Habrá chicos guapos-se acercó las dos manos en forma de puños a la cara (como si fuera un hámster cuando come) y se ruborizó-.
-¡Ni que eso le interese! -salto Lucía-.
Yo tan solo observaba el panorama, eran súper alegres y simpáticas.
-Pero ahí se liga, y siempre hay alguno que ¡buff!, solo imaginármelo se me cae la baba.
-Lucía le miro con cara de asco-miedo- ¿entonces te vienes Mari?
-No veo porque no -sonreí-.
-¡¡IIII!! -se tiró Ángela encima de mí y comenzó a darme besos en la cara- Ves, como lo de los chicos le convenció -miró a Lucía y le saco la lengua-.
-Si seguro que fue eso… -se llevó las manos a la cabeza-.
-Cambiando de tema, ¿qué tal con tu machote?
-Pues, bueno, no lo veo desde hace tres días, y no me mando más que un SMS antes de ayer.
-¿Que te ponía? -se pegó Ángela a unos centímetros de mi cara-.
-No te metas en su vida privada -intento separarla Lucia-.
-Nada, que pase un buen día y un te quiero.
-Tía tienes que saber si te gusta o no, no puedes estar con un tío que no sabes si lo quieres, solo hay que ver la poca ilusión que muestras cuando hablas de él.
-Ya, esta semana la estoy tomando para pensar en qué hacer, por eso no quiero quedar de momento con él, le pongo escusas de que tengo que estudiar y listo. Porque no quiero dañarle.
-Lucía me puso la mano en el hombro- Seguro que se acaba arreglando todo.
La tarde fluyó con normalidad, (si para vosotros es con normalidad) que Ángela se suba en los cinco minutos en clase encima de una mesa y se ponga a cantar: “I´m sexy and Lucia knows it”, y si, la bajaron a dirección por montar el numerito, no le dijeron apenas nada, simplemente que no se volviera a repetir.
¡Ah!, Y cuando ya era la hora de que nos fuéramos a casa, mientras intentábamos salir por la aglomeración que había en el pasillo, ella se puso a gritarle a un chico: ¡Tío bueno!, etc.
Lucía con lo tímida que es para esas cosas intento taparle la boca y estuvo a punto de enfadarse.
El resto de la tarde sí que fue más normal (estudiar y más estudiar.)

miércoles, 4 de abril de 2012

Capítulo 9º El nuevo instituto

Pensaba que en el colegio-instituto al que iba a ir lo que me quedaba de curso y segundo bachillerato, se iba con uniforme, pero no, y es un alivio porque a mí eso de ir todos iguales no me gusta, también pensaba que iba gente adinerada, pero me equivoqué, y menos mal, porque si no seguramente que no encajaría.
Mi hermano por cierto, seguía hiendo al instituto de siempre ya que a él le gusta mucho e hizo buenos amigos.
En el coche no paraba de buscar el colegio por todas partes, estaba realmente nerviosa, puesto que no quería que me pasara como el antiguo instituto.
Mi deseo era caer bien, y no tener esos problemas que tuve anteriormente.
El colegio se ubica en el barrio: Casablanca, por donde pasa el canal Imperial de Aragón.
Nada más llegar mi madre y yo fuimos a dirección, yo espere fuera mientras mi madre hablaba con el director de: Mis notas, los problemas que tuve, etc.
Unos minutos más tarde salieron, y él me comentó que no me preocupara, que si tenía algún problema que se lo comentara. Seguido de eso me acompaño a mi clase (1º A, última planta a la derecha).
La primera impresión que tuve fue que estos compañeros eran distintos a los anteriores, eran diferentes unos de otros, sí, pero todos eran muy simpáticos y agradables.
-(tutora) Ella es vuestra nueva compañera, se llama María, tratarla como os gustaría que lo hicieran con vosotros.
Suena el timbre de recreo y dos chicas se acercan a mi sitio.
-Hola –sonrió-, me llamo Lucía y ella es Ángela. ¿Quieres venir con nosotras en el recreo?
-¡Claro! -cogí mi almuerzo-.
Lucía era ``medio nerd´´ es decir le gustaba mucho leer y era bastante buena en los estudios. Físicamente era muy mona: De mi misma altura, castaña clara, ojos marrones oscuros y de compresión mediana.
Ángela su forma de vestir era un poco más pijita, ya sabéis: de marca, etc. Pero de carácter era todo lo contrario, como por ejemplo lo que pasó nada más salir por la puerta de clase que se quedó embobada mirándole el culo a un chico que pasaba de segundo de bachillerato (y era así todo el tiempo), supongo que era por la edad del pavo. Físicamente era más llamativa que Lucía ya que era pelirroja con los ojos verdes muy claros, y un poco más delgada que nosotras dos.
-¿Y tienes novio? -me miró fijamente con una sonrisa agradable, Ángela-
-Sí, ayer empecé a salir con un chico, mi primer novio.
-Esta chica de aquí -señaló Lucia a Ángela- ya perdió la cuenta de los novios que ha tenido.
Entonces Ángela se tiró encima de Lucia y le tapó la boca.
-¡Oye!, que la gente se entera y me da vergüenza...
-¡Hala exagerada! Que no lo he dicho a grito pelado, además el patio es muy grande y alrededor nuestra no hay nadie.
-Pero sabes que los chicos guapos tienen el oído más desarrollado que cualquier otra persona, y aquí hay muchos -dijo bromeando-.
-S-I-N C-O-M-E-N-T-A-R-I-O-S -deletreaba Lucía-.
Yo no paraba de reír, eran como el perro y el gato pero a la vez grandes amigas, me caían genial para el poco rato que estaba con ellas.
-Bueno, siguiendo con el tema anterior. ¿Y ya te has besado con él?
-Sí, pero no me convence, va muy deprisa y no se...
-¡No me seas pava!, tu aprovecha que es tu primer novio.
-Eso tu bésalo hasta que se le quede la boca como si hubiera chupado durante todo el día limones -Ángela-.
-Comenzamos a reír sin parar-.
Al llegar a casa.
-¿Qué tal el día en el instituto?
-Genial, me hice dos nuevas amigas, son muy simpáticas –sonreí al pensar en ellas
-Pues a ver si las conocemos. Me alegro que estés contenta, ves cómo siendo tu misma estas más cómoda y conoces buenos amigos –me besa en la frente-
-Si mamá –sonrió- Aunque costó lo mío –dije irónica-
-Bueno por lo menos…
-Jajaja, no te preocupes mamá, estoy bien.+
-Sonrió- Ah, y también queremos conocer a tu novio –me miró de reojo-.
La verdad que presentarle a mis amigas no me importaba, pero con Alberto, no sé qué me pasaba, o era inseguridad, o algo pasaba, porque no tenía esa ilusión que debería tener con mi primer amor.
-¡María!-gritaba mi madre desde la cocina-.
-¿Qué?
-Anda baja la basura, que tu hermano está estudiando y yo estoy ocupada haciendo la cena.
-Voy.
Cuando estaba entrando al portal dos manos presionaron contra la puerta. Me gire y volví a ver a mi peor pesadilla, bueno mis dos peores pesadillas...


jueves, 29 de marzo de 2012

Capítulo 8º Confusión

No sabía qué hacer, si responder o no. Si lo hacía parecería muy desesperada y si no, pues todo lo contrario e igual le podría perder para siempre... Así que quise esperar hasta llegar a casa y reflexionar en el coche...
(En el coche).
-¡María queremos darte una gran noticia! -decía mi madre con una amplia sonrisa-
-¿El qué? -me puse nerviosa-.
-Díselo tú, Antonio.
-Mi padre me miro a través del retrovisor interior- Te cambiamos de instituto ahora vas al colegio “Sagrada familia”, está ubicado al lado del parque de atracciones.
-¡¡¡Si!!! -pegue un gritito mientras saltaba del asiento-.
Por fin me iba a librar de Raquel y Leticia, ya no las vería nunca más y no me podrían hacer nada. El problema es que dejare a Laura sola...
El resto de camino estuve pensando en Alberto, en qué hacer, porque cuando quedo conmigo me dijo que quería conocer gente que sufría bulling y a saber con cuantas chicas más habrá quedado...
Pero luego me paré a pensar en su sonrisa, su piercing, su labio, su pelo, sus ojos, y sobre todo, en la manera en que hizo que me sintiera completa y buff...
-¡NO QUIERO PERDERLE! -dije en voz alta, sin querer lo que estaba pensando se transformó en palabras, y lo peor es que me oyeron-.
-¿A quién no quieres perder?-mi hermano se pegó a dos centímetros de mi cara y me sonrió de una manera muy siniestra-.
-A, a nadie-me sonroje y agache la cabeza-.
La había cagado, ahora no pararían de interrogarme...
-¡Aiss, que mi hija se ha enamorado!-exclamo mi padre-.
Empezaron a preguntarme y yo a confesar. Que como se llamaba, si era estudioso, donde vivía, como lo conocí, etc.
Nada más llegar a casa me encerré en mi cuarto y le mandé un mensaje a él, en dicho mensaje ponía:
Quedamos mañana, donde siempre (el parque grande) a las 17:30. Un beso.
Después de cenar, mis padres mi hermano y yo nos fuimos al salón a ver una película, se llama: “El diario de Noah”.
¡Me encantó!, y no sé porque recordaba a Alberto, estaba deseando que llegara mañana para verle y tenerle cerca de mí.
(Al día siguiente)
Aunque estaba arreglada una hora antes de salir, me probé muchas cosas de mi armario hasta dar con lo que creía que estaba mejor y mas comoda.
(Una camiseta a cuadros azules y blancos, unos vaqueros y unas converse blancas).
Me veía elegante pero a la vez juvenil.
A las 17:30 estaba en la entrada del parque, cuando de repente, me aparece alguien por la espalda y me abraza de la cintura dándome un beso en la mejilla derecha.
Su perfume y sus labios me atontaron y al girarme y ver sus ojitos color miel me hipnotizaron llevándome a otro mundo.
-Te eche tanto de menos -me volvió a abrazar, dándome besos una y otra vez en la mejilla-.
-Me ruborice- Yo también te eche de menos-sonreí-
-¡Qué mona!
Anduvimos sin rumbo por el parque.
-¿Porque me dejaste de hablar?
-Pensaba que no te interesaba como amiga, y que solo era un experimento para ver lo que sentían los que sufrían bulling
-¡Que chorradas dices!- comenzó a reír y se puso delante mía- si eres la única chica que...-agacho la cabeza-.
-¿Que, qué?- le mire de reojo-
-He querido de verdad-me cogió de la cintura y se acercó muy lentamente sin llegar a besarme para asegurarse de que no me apartaba-
-Cerré muy poco los ojos y me acerque otro poco-
-Él, sonrió y sus labios se juntaron con los míos, comenzó a besarme dulcemente-
Tuve una sensación preciosa, era mi primer beso y sentía como si algo dentro de mí se moviera. Era feliz.
Por fin podría sonreírle a la vida.



sábado, 10 de marzo de 2012

Capítulo 7º Centro de rehabilitación

En el centro me cuidaban bastante bien, pero yo quería salir puesto que no me daba cuenta que lo hacían por mi bien.
Era horrible, en las comidas tenía enfermeros alrededor vigilando constantemente lo que hacía yo y los demás pacientes.
Y si tenía ganas de ir al baño una enfermera me acompañaba y me vigilaba que no hiciera nada... ¡Ah!, se me olvidaba, y todos los sábados, los doctores me pesaban para ver mi evolución.
-No quiero más.
-Venga María que ya te queda poco, unos bocados más a la manzana y te dejaré ir a tu habitación.
-¡No soy una cría vale! -me levante de la mesa dando un golpe- si no me apetece, no me apetece-la mire desafiante-
-¡Si no te comes los dos bocados que te faltan, no te dejare salir de aquí!
-¡Pues me pegaré aquí el tiempo que sea necesario, pero no quiero comer! -me senté y me cruce de brazos-
Estuve ahí toda la tarde, pero al final me forzaron y acabe cediendo.
Pasaban los días y cada vez estaba más harta de estar en este sitio, aunque quedaba poco para que saliera ya.
Pero cometí una locura.
-María por favor tira ese cuchillo-lloraba mi madre que me había ido a visitar-
-¡Me voy a rajar entera! -tenía rabia y dolor acumulado-
-Por favor María, ya te queda poco para salir, no cometas una locura-añadía una enfermera-
-¿¡Y que consigo con salir eh!? ¿Qué me vuelvan a humillar en el instituto?, ¿qué engorde?-tenía los ojos rojos, no era consciente de lo que hacía- ¿¡Qué consigo saliendo de aquí!?
Me corte un poco desde el principio de la muñeca a unos dos centímetros arriba cuando una doctora no se lo pensó dos veces y se lanzó de costado mío, consiguiendo que el cuchillo se escapase de mis manos.
Me inmovilizaron y me inyectaron un tranquilizante 
Después varias horas, desperté en el hospital Miguel Servet semiconsciente. Al girarme hacia la derecha, me topé con una persona que no me esperaba que estuviera visitándome, Laura.
-Ya te levantaste por fin, eh -sonrió- ¡menuda siestecita te has pegado maña!
-¡Laura!, ¿qué haces aquí?
Quería saltar de alegría y abrazarla pero no tenía la fuerza necesaria
-Ya ves, no soy rencorosa
-Bueno eso es discutible, que te pegaste medio curso sin hablarme...
-Lo importante que te haya perdonado -me saco la lengua-
-Si -sonreí- y no veas lo contenta que estoy, pero no tengo fuerzas.
-Sonrió- no pasa nada
-Por cierto, ¿cómo sabías que estaba aquí?
- Al ver que faltabas mucho al instituto, pedí el número de tu casa en secretaria, y  costo lo suyo, pero le explique a las encargadas las razones y me lo dieron. Al llamar se puso tu hermano y me paso a tu padre, él me dijo que estabas en el hospital, y por qué llegaste ahí.
-Ah... v-a-l-e...-le respondí con un hilo de voz mientras poco a poco cerraba los ojos-
Me quedé dormida, no sabía la razón, estaba muy cansada supongo, pero recuerdo el sueño, si, aun lo recuerdo.
Estaba en la playa con Alberto, era mi novio, y éramos muy felices. Él me perseguía por la arena y caíamos revolcándonos en ella. Luego me cogía y me metía al agua con él, estando dentro me comenzaba a besar, en ese momento me desperté.
Pasaron dos días (sábado).
-Bueno ya puedes irte a casa jovencita, ya no vuelves al centro ni nada, creemos que ya estas curada, eso si tus padres te vigilaran un poco.
-Salté de la alegría-¡Me voy a casa!
Conecte el móvil, tenía 5 mensajes, 4 eran de Laura (dándome ánimos, diciéndome que cuando salga quedaremos, etc.) y uno de Alberto, en el SMS ponía:
¡María te quiero! No paro de pensar en ti, no quiero perderte, ¿podemos quedar algún día de estos?♥