Translate :D

sábado, 26 de noviembre de 2011

Capítulo 5º Odio mi vida ( mini capitulo)

Un escalofrío recorrió mi cuerpo, me puse tensa, tomé aliento, y lo mire fijamente a los ojos, esos ojos color miel, ese pelo negro estilo emo, esas pintas tan distintas al resto que le hacían ser único, ese labio simétricamente perfecto con ese piercing negro en el labio que le favorecía aún más...No podía creer que un chico así sufriera bullying me parecía imposible.
-Ho, hola...
Si, tartamudee, me sentí tan ridícula que me sonroje y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
-Jeje, que mona-sonrió-
Me sonroje aún más y agache la cabeza juntando mis manos.
-¿A dónde quieres ir?
-Eh, eh, ¿a una cafetería?, ¿hay una por aquí cerca?
-Sí, ahí en frente se estará bien.
Anduvimos a la cafetería que había al otro lado de la acera, hablamos un rato, él me dijo que nunca sufrió bullying, pero quería conocer gente que si lo sufría y saber que se siente y entenderles. La tarde con él fue muy amena y muy divertida. El me completaba...
-¿María, hiciste los deberes?-dijo mi padre-.
-Sí, papá, los hice ayer...
Mañana tendría que volver a verles las caras mis compañeros, a Raquel y a Leticia...
Le envié un mensaje a Laura pidiéndole perdón, otra vez, pero, no me respondió.
(Al día siguiente)
Se tropezó Leticia al pasar por mi lado.
-¡Tía, adelgaza!,
Salí corriendo, me dirigí al baño y me encerré. Quería desaparecer del mundo, que la gente se olvidase de mí.
Me senté en la taza del váter y pegue mis rodillas en mi cara, abrazándolas. Comencé a llorar, mientras pensaba en todo lo que me habían hecho y dicho. No aguantaba más.
Salí, me mire en un espejo, acariciándome la tripa.
-(Pensamiento de María)- ¿Y si tienen razón?, igual tendría que adelgazar, hasta mi hermano lo dice, quizás así le caería bien a la gente, quizás es mi cuerpo.
Volví al baño, estaba llorando, me arrodillé enfrente de la taza del váter, me costó meterme los dedos en la garganta, pero lo hice.
Mientras lo hacía lloraba, pensando en lo que me hicieron, pensando en Laura (la perdí como amiga), pensando en Alberto (sabía que una chica como yo nunca le podría llegar a gustar, solo buscaba entenderme, nada más)
Por la tarde lo volví a hacer. Y no cene, no tenía ganas de nada, me encerré a rayar una hoja en blanco.
Odio mi vida, la odio...
Me siento tan sola.


domingo, 20 de noviembre de 2011

Capítulo 4º Descanso

Por fin era sábado, pero pensar que tendré que volver ahí me entristecía.
Hoy para comer tocaba mi comida favorita macarrones con queso y de segundo salchichas con patatas. Todos los sábados mientras comíamos veíamos una película en el salón que elegía mi padre. "Era una tradición familiar", como decía él.
-Papá, os tengo que decir algo de María.
-¿Que ocurre, Rodrigo?
Pero conseguí reaccionar a tiempo.
-Rodrigo, ¿puedes venir un momento?
-Mis padres le miraron- Anda ves y luego nos lo dices.
-Rodrigo por favor no le digas nada a papá y a mamá, solo fue una broma tonta, por favor, se lo que hago, hazlo por mí.
-Está bien, pero como sigan se lo contaré.
-Volvimos al salón-
-¿Que querías decirnos?- Carmen-
-Nada que María dijo de si podíamos ir todos esta tarde al cine.
-¡Ah!, claro si queréis
-¡Bieeeen!
Por una vez en mi vida quise darle un buen abrazo a mi hermano, no quería meter a mis padres y menos a él en problemas juveniles, quería salir yo sola de esta situación, sin que nadie me ayudara a hacerlo.
Vimos la película de  "Transformers 4", esa película a mí y a mi hermano nos encantaba.
Por la noche me metí a una página llamada: "El bullying y tú", donde podías conversar con gente que está pasando por lo mismo que tú, y de todas las edades (niños y jóvenes). Estuve hablando con un chico durante horas, se llamaba Alberto. Al final decidimos quedar mañana a las cinco en el Parque Grande, y poder conocernos mejor.
Acabé muerta eran las cuatro de la madrugada, así que me cepille los dientes, me puse el pijama, y me fui a dormir. Estaba segura de que mañana sería un gran día
Mi sueño: Era amiga de Laura, y, Raquel y Leticia no iban a mi instituto, nadie me molestaba. Así que era feliz, muy feliz.
(Varias horas después)
Pasaron las horas muy lentas, deseaba verle, no sé porque pero intuía haber encontrado a mi media naranja
Eran las cinco y yo estaba en la entrada del Parque Grande (soy muy puntual), estuve mucho rato arreglándome, sin sobrepasarme y parecer una suelta. Me puse un pantalón corto vaquero con una camiseta Blanca lisa y unas Converse blancas. Me puse un poco de gloss y una sombra marrón muy natural en los ojos.
Sonó mi móvil.
-¿Diga?.
-Hola María soy Alberto, estoy ya en la entrada.
-Yo también. Voy vestida con un pantalón corto vaquero y una camiseta blanca lisa.
-Sí, creo que te veo.
Seguidamente, colgó.
-Hola -me susurró al oído- Soy Alberto
Al girarme, lo vi, aquel chico hizo que volviera a recordar lo que era amor a primera vista.


viernes, 18 de noviembre de 2011

Capítulo 3º De mal en peor

Ya llevábamos tres semanas de instituto, me sentía sola, y, a la vez acobardada y atrapada, como un herbívoro cuando el depredador consigue atraparle.
Laura ya no me hablaba, le conté que no podíamos ser amigas y la razón. Raquel, Leticia y compañía me hacían putadas cada una peor que la anterior... No tarde mucho tiempo en darme cuenta que sufría bullying...Os preguntareis: ¿Qué me hacían para que se me pasara por la cabeza eso?, pues...
Me hacían la zancadilla, me escupían, me insultaban, me decían que me fuera de Zaragoza que apestaba, hasta el punto de decirme que si decía algo a alguien me mataban.
Tenía verdadero pánico a ir al instituto iba con la cabeza dándole vueltas en: ¿Qué me harán hoy o que me dirán?
Mi hermano no tenía ni idea e intentaba evitar que se enterase.
-¡María!, levántate, que vas a llegar tarde-gritaba mi madre-.
-Cinco minutos...-y me tape hasta donde termina la cabeza-
-De eso nada, son menos diez- me destapo y me hizo volver a la vida real, a la vida de instituto-.
No entiendo la razón de porque la tomaron conmigo.
Hoy tengo educación física, y odio que en bachillerato aun tengamos que hacer esa clase. No me gusta nada esa asignatura.
-Bueno chicos después de haber estirado tenéis que correr veinte minutos, hasta que el timbre suene.
-¡Hala venga!
-Tu lo flipas mucho, tío-añadió Leticia-
-Tu sigue así, sigue así que te ganaras una amolestación por escrito, bonita
El profesor de educación era muy joven, pero muy duro, tenia al rededor de unos veinticinco años, alto (1,83), moreno, ojos verdes, y con buena complexión atlética
Al finalizar las clases nos dirigimos a las duchas, las duchas, con suerte tenían una cortina azul que te permitía tener intimidad.( La clase de educación física duraba 2 horas seguidas para que nos diera tiempo a ducharnos, peinarnos y vestirnos)
-Recorrí todo el vestuario femenino- ¿Mi ropa?
-Ni idea- añadieron unas compañeras-
Salí del vestuario y la vi colgando del tejado del porche. (Esta vez si que se habían pasado)
-¡Muy guapa María!-gritaba Mohamed (uno de los compañeros que es perrito faldero de Raquel y se ve a leguas que esta prendido de ella), dijo con tono irónico-
-Entré corriendo con lagrimas en los ojos. ¿Cuanto más podría aguantar?, no lo se, solo quería vengarme, pero sabía perfectamente que no podría, ellos son medio instituto y yo solo una.
Al final la profesora subió con la escalera, y recogió mi ropa, intento saber quien fue el culpable ( aunque yo sabía que eran ellos, no lo quise decir, Por el miedo a lo que me podrían llegar a hacer si lo hago), la profesora nos castigó a todos (el día que faltaba de la semana de educación física, más dos días que hay de clase la que viene) correr los cincuenta minutos sin parar. No pudo hacer más.
En clase de Historia me olvide del resto, quise pasar del tema, esa clase no se que tenía pero me relajaba. Adoraba esa asignatura y la profesora era muy agradable.
-Susurrando (Raquel)- ¿Carlos, lo has traído?
-Si.-Sacó la lavativa-
-Échale todo-dijo Leticia-
Echaron la lavativa a en una botella que contenía Acuarius y me la dieron.
-Toma, añadió Jesús (otro compinche de Leticia y Raquel)
-No, gracias.
-Tía, hemos bebido todos, ¿no ves que hay poco?, va que no pasa nada, lo juro
Cedí y me lo tome, hasta la última gota...
En el recreo, me encontraba mal, enseguida mi piel se puso pálida, y me entraron ganas terribles de ir al baño. Salí corriendo pensaba que no llegaba.
-¡Vamos!-grito Raquel-
Todos atravesaron por la otra puerta. 
Yo conseguí llegar pero (justo antes de entrar en el baño de chicas)...
-Cerro la puerta del baño de chicas- Ups...esta ocupado María tendrás que esperar...(Leticia)
No, no podía aguantarme más, seguro que fue algo que me echaron en la bebida, me quería morir... Caí en el suelo y me retorcí sujetándome la tripa, para poder aguantar, pero, mis esfuerzos eran en vano...
-Ais...me da pena chicos...-extendió Raquel la mano- Ven te ayudo a levantarte.
Fuí otra vez estúpida, pensé que lo decía de verdad, creí ver en sus ojos un perdón pero me equivoque, le dí la mano y me levanté.
-Me bajo el pantalón y las bragas, todo estaba lleno de heces por culpa de eso que echaron en la bebida. Dos de los chicos grabaron con el móvil.
Al llegar a casa pensé en que conforme pase el tiempo lo olvidarían y que se cansarían de hacerme todas esas cosas, pero al conectarme al ordenador, tenía un mensaje nuevo. 
El video fue subido a youtube y pasado a todos los compañer@s del instituto, incluido mi hermano.



jueves, 17 de noviembre de 2011

Capítulo 2º Un cumulo de cosas

Costo mucho encontrar aparcamiento, pero al final encontramos uno a unos cinco minutos de casa.
-¡Papa!, dile a Rodrigo que pare de morderme el brazo
Mi estúpido hermano, siempre estaba amargándome el día que si no era morderme el brazo, era esconderme los libros del instituto, etc. Siempre se le ocurría algo para joderme, con doce años y se comportaba como un crío de tres, y lo peor, mis padres siempre le daban la razón a él
-María, que no es para tanto, solo tiene doce años.
Mi madre (Carmen), pensaba siempre, que pasando de las personas que te incordian, se olvidan y te dejan en paz, pero no siempre es así.
En cambio mi padre (Antonio) decía que lo mejor era decírselo a ellos o aun mayor.
No se que era mejor la primera opción o la segunda.
-Bueno familia, dejamos las maletas y nos vamos a un burger king ¿que os parece?
-Si, porque no compre la comida, no me dio tiempo con la mudanza.
-¡Genial papa!
-Me parece bien papa, el problema será María, ¡engordara aun más!
-¡Gilipollas!
-Tonta
-Anormal
Y así durante un buen rato, mis padres tuvieron que intervenir para que parasemos de llamar la atención, y lo consiguieron, amenazándonos con no ir al parque de atracciones.
La verdad que no se porque se empeñaba mi hermano en decirme gorda si era un palillo, solo peso 49 kg.
Comimos las hamburguesas y fuimos al parque de atracciones, había mucha gente, y era precioso, en mi pueblo no teníamos uno, y pensar que lo tendré "cerca" para ir con alguna amiga que me haga aquí.
En cambio a mi hermano no le gusto casi nada, menos el  " Revolution" y el restaurante donde cenamos que se ubicaba enfrente de la atracción llamada "el barco". Dijo que era una mierda porque era todo para bebes. Y como no yo le ataqué.
A las diez aproximadamente llegamos a casa, suerte que ya teníamos muebles y todo bien limpio y recogido (la semana anterior vinimos a limpiarlo). Mañana comenzaba el instituto así que venimos pronto para llegar y dormir.
A día siguiente me levante con el ruidoso sonido de mi alarma, espere cinco minutos para despejarme y me levanté.
Eran las ocho menos cuarto, y mi hermano ya estaba vestido, y había desayunado.
-¿A que hora te has levantado?
-A las siete, ¡no tengo el culo tan gordo como tu!
-¡Vete a la mierda!
-Me tocó-Ya estoy en ella...
Estaba muy nerviosa. Primero de bachillerato, compañeros nuevos, profesores nuevos, todo nuevo...
-Miré en mi mapa del instituto donde tenía señalado con un circulo rojo la que sería mi clase todo un año- 1º bach-C. ¡Aquí es!
Nada más entrar vi la enorme clase que me había tocado, había gente de todas clases. Pijos, chonis-canis, gamberros, nerds. Pero, ¿en que grupo encajaba yo?, nunca me hice esa pregunta, ¿que estilo tengo yo?...No lo se...
Escogí un sitio situado en la fila central, asiento central. Porque los nerds y los pijos se solían situar en los primeros sitios, y, los gamberros y chonis-canis al final, y aun no se que tipo de amigos me haré.
Mi madre me dijo que fuera yo misma y que no me preocupara que haré amigos.
-Hola soy nueva aquí.
Si, me decidí por presentarme a una chica que estaba un poco apartada de los demás y parecía sentirse sola.
-¡Hola!-me sonrió, esa sonrisa me dio seguridad en mi misma- me llamo Laura. ¿De donde eres?
-Vengo de un pueblo de aquí cerca, Alagón seguro que lo conoces.
-Si, como no, es muy conocido.
-¿Y como que estas sola, eres nueva?
-No, solo que aquí no encajo, todos tienen un estilo y un rollo en el que yo no encajo.
-Bueno, si te sientes mejor, yo tampoco.
Quise cambiar de tema, ya que la conversación no era muy cómoda.
-¿Donde te sientas?.
-En ese sitio de ahí -señalo-.
-¡Al lado del mio!.
Entonces sonó el timbre de inicio de la primera clase.
La tutora parecía maja, era licenciada en matemáticas. A los diez minutos después de que sonara el timbre entro ella, bueno, ellos...
Raquel, una chica bastante agradable a la vista pero con un aire de chulería que no me gustaba nada, había repetido curso. Ella era rubia clara teñida, ojos miel y con un piercing en el labio y en el ombligo. Iba vestida con una camiseta de leopardo y unos vaqueros cortos con unos botines negros de tacón. A simple vista se veía que era la abeja reina de todo bachillerato (o el instituto), y la que hacía que los chicos babearan con una simple mirada.
-¡Raquel!, aquí tienes un sitio-gritaba Leticia (su mejor amiga)-.
Leticia era similar a Raquel, un poco más alta, rubio mas oscuro y como no, un piercing en la lengua.
Raquel y Leticia se situaban tres asientos mas atrás que yo (ultima fila), Raquel en mi fila y Leticia en la de la de al lado, ellas estaban rodeadas de unos cinco chicos.
Sonó la sirena que indicaba que la clase había finalizado.
Me dirigía a mi clase de Francés, pero me pararon.
-¿Eres la nueva no?-decía mientras me miraba de arriba abajo (Raquel)-.
-Si, me llamo María.
-Que guay, oye tía un consejo, no te hagas amiga de Laura.
-¿Que te parece ir en el recreo con nuestro grupo?-añadió Leticia-.
-¡Genial!, os espero en la puerta de mi clase.
-Ok. ¿Qué clase tienes?.
-Francés, desdoble 4, en la segunda planta.
-Ok, estaremos ahí, no te preocupes.
Entonces un chico, que se llama Borja llamó a Raquel.
-Oye, que me voy, ¿Ok? Y no te preocupes estaremos puntuales.
Estaba impaciente en el primer día conseguí hacerme amigas, deseaba que las horas acabasen para reencontrarme con ellas.
La clase acabó, pero no estaban esperándome, decidí esperar un poco más pero nada.
Pregunté y por fin las localicé, en un rincón del recreo escondidas de los profesores, con mas chicos y chicas, eso si todos chonis-canis y gamberros al acercarme un poco una cortina de humo me nubló, si, estaban fumando, pero estaba sola.
-Hola, no vinisteis a buscarme.
-Ups!, se me olvido-dijo Raquel-.
-todos rieron-.
Eso me dejo claro muchas cosas, así que opte por irme de aquel sitio.
-Una cosa María.
Me giré ilusionada, pensando que me iba a pedir perdón o que me quedara con ellos, pero no.
-La próxima vez no vayas enseñando la compresa, que se te salia del bolsillo. La cogí sin que te dieras cuenta, mientras Leticia te hablaba
-¿Enserio pensabas que íbamos a ser tus amigas?, pero, ¿te has visto tía?.
Me marché sin decir nada, pensaba que hacía bien pero más adelante la cosa no mejoró.

Capítulo 1º El principio

Las campanas de la iglesia resonaban, cuando mi coche entro en la ciudad de Zaragoza, venía de un pueblecito cercano de dicha ciudad (Alagón), a mi padre le ascendieron así que tuvimos que trasladarnos aquí. Mi padre trabaja en una sucursal de banco.
Mi nombre es María, tengo 16 años. Me fue duro irme de mi pueblo, pero más duro fue lo que encontré aquí...